Parques, plazas del barrio. Parque San Benito.

Al triángulo delimitado por las calles Zabala, Av. Luis María Ocampo, y Avs. Cabildo y Santa Fe se lo conoce extraoficialmente como barrio de San Benito.

Esta pequeña burbuja al norte del arroyo Maldonado, corresponde a Belgrano, San Benito es un homenaje a la abadía benedictina que venera a San Benito de Nursia, fundador de la orden Benedictina, y a la ONG Asociación Vecinal Belgrano C San Benito.

Los límites de los barrios no oficiales siempre difusos, en épocas de una ciudad de Buenos Aires no tan desarrollada los caminos del Alto y del Bajo comprendía una zona que era coherente que se entendiera como barrio. Pero hoy la parte norte se niega a esta clasificación histórica, quienes residen sobre Zabala se identifican más belgranenses. En el sur hay aún menos certezas, porque al norte de la Av. Juan B. Justo o el Maldonado se halla el barrio de Palermo Hollywood, hogar del Club Atlético Palermo. El límite podría pasar entonces por el monumento a Antonio Ruiz, o el negro Falucho, soldado que luchó por la independencia en el ejército de San Martín; o por el camino del ferrocarril Mitre; o por la Av. Dorrego. Este último es defendido por Roberto Carlos Boracchia, historiador vecino de Palermo, que delimita a su barrio por las calles Av. Raúl Scalabrini Ortiz, Costa Rica, y la ya mencionada Av. Dorrego, y el Río de la Plata.

En la audiencia mencionada los vecinos de San Benito pidieron que el límite fuera reconocido en la calle Jorge Newbery, pero esta solicitud fue denegada. Al encontrarse a más metros por sobre el nivel del Río de la Plata la zona nunca fue propensa a inundarse, y por eso proliferaron allí las casas quintas de figuras destacadas como José Hernández, autor del Martin Fierro, o Juan Manuel de Rosas. Estas suntuosas quintas fueron subdividiéndose, dando lugar a las viviendas de hoy. Hoy el barrio es conocido por el shopping El Solar de la Abadía, y establecimientos educativos tradicionales como el Colegio Lincoln, el Colegio Washington, la Escuela Manuel Láinez, la Universidad de Belgrano, el Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, y el Colegio Esquiú. Así como también numerosas embajadas de: la República Federal Alemana, la República Italiana, la República Árabe de Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Polonia, la República de Croacia, el Reino de Tailandia, el Reino de Noruega, la República Socialista de Vietnam, Japón, Australia, y la República de Turquía.

Más allá de estos establecimientos educativos y embajadas, los edificios más emblemáticos del barrio son la abadía de San Benito y la quinta Villa Ombúes. Las manzanas que ocupan estas estructuras fueron otorgadas por Juan de Garay a Antón Bermúdez -un inmigrante procedente de Segovia- que fue uno de los primeros en residir en la zona. Este pago medía unas 400 varas por una legua, o 335 metros por 4.8 kilómetros. La extensión de tierra fue pasando de mano en mano, el 7 de diciembre de 1872 Ernesto Tornquist compra la parte comprendida entre Luis María Campos, Villanueva, Maure y Olleros. Ernesto encarga al arquitecto de origen alemán Carlos Nordmann la casona Villa Ombúes, su residencia en Florida, y una casa en Sierra de la Ventana. Otras de sus obras son el Coliseo Argentino, y el Club Alemán que hoy funciona como el Círculo de la Fuerza Aérea Argentina. En los años ’20 Tornquist donó los terrenos entre las calles Maure y Gorostiaga a la Orden Benedictina, donde construyeron la abadía, la iglesia del Santo Cristo y el gran templo. La quinta pasa a ser propiedad de los Casullo, luego de los Blaquier, y finalmente es desalojada. En 1972 es demolida para construir la embajada de Alemania.

Ubicado entre las calles La Pampa, Av. Leopoldo Lugones, Av. Presidente Figueroa Alcorta y el Círculo de Suboficiales de las Fuerzas Aéreas se encuentra el parque de San Benito. Cuenta con máquinas para hacer ejercicio al aire libre, instaladas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Además hallamos un monumento a Martín Miguel de Güemes que fue obsequiado por el Gobierno de la Ciudad de Salta a la Municipalidad de Buenos Aires en 1981. Es una réplica del monumento que se encuentra en la base del cerro San Bernardo. Este fue realizado en 1931 por el escultor Víctor Gariño, por otro lado el que se encuentra en nuestra ciudad es obra de Armando Bucci. La figura representa al general montado a caballo y haciéndose sombra sobre los ojos con el brazo derecho mientras que con el izquierdo sostiene las riendas, tanto Güemes como su caballo están recreados en bronce, y se encuentran en la cima de una elevada pirámide de piedras, este basamento da la impresión de que el prócer ha escalado este montículo. En el frente, casi a la altura del piso, fijada sobre la pirámide, hay una placa de bronce con el nombre del general.
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